miércoles, 28 de marzo de 2012

EN TIERRAS DE TANZANIA

La primera vez que pisé Africa, tuve la gran suerte de que fuera en tierras de Tanzania. Nada más bajar del avión sientes un calor y un olor difícil de describir, pero que te envuelve y te hace suya. Nuestra primera parada fue pasar la noche en Arusha, aquella noche estaba de los nervios, mi primera vez en Africa, hotel sencillo, correcto y eso en Africa significa (insectos varios, bichos por las paredes, cucarachas por los rincones), pero el tener luz en una habitación con una cama para ti sola y un baño con agua corriente, es un auténtico lujo!! Yo no acababa de entenderlo para mí hacer un viaje, significaba tener unos mínimos y eso no correspondía a tener esos mínimos que yo necesitaba...
Al día siguiente muerta de sueño por la noche anterior, salimos dirección Tarangire tras haber hecho todas las gestiones que teníamos esa mañana en Arusha, el paisaje me sorprendió gratamente, el Parque Nacional de Tarangire se caracteriza por la gran cantidad de baobabs que allí hay, hicimos safari de camino a la zona donde teniamos que acampar y ya fuimos viendo manadas de cebras, gacelas y grandes manadas de elefantes. La cosa pintaba bien :), pero antes de llegar al campamento ya vimos a uno de los "Big Five", un leopardo allí en lo alto de un árbol nos estaba esperando, uuffffff, la cosa pintaba más que bien!
Por la noche nuestro conductor/cocinero y el guía se fueron a dormir y nosotros nos quedamos alrededor de la hoguera, charlando y tomándonos una cerveza, al gracioso de un  amigo no se le ocurrió otra cosa que decir que apagáramos las linternas ya que habían animales rondando, pero no sabíamos que eran, estuvimos un minuto quizás dos, con las luces apagadas escuchando como "algo" se acercaba al campamento y cuando dijimos, ahora!! encendimos las luces todos a la vez, y vimos que delante nuestro justo delante, estábamos rodeados de ojos rojos, eran hienas!!! Evidentemente echaron a correr pero yo con esa situación ya tuve más que suficiente y me levanté para ir a la tienda, pero tenía otra sorpresa, tal y como me giré y la luz de la linterna alumbró mi tienda había un animal justo  delante de la puerta, era como un lince, luego supe que tuve la gran suerte de ver un serval, gato-tigre, es una mezcla de gato y lince el cuál es muy difícil de ver y que sólo sale al alba y durante el crepúsculo.
Evidentemente esa noche caí redonda! Por la mañana tal y como abrí la tienda y salí había una manada de cebras justo detrás de los arbustos, espectacular!!!!
Hoy salíamos dirección Parque Nacional del Serengeti, donde ibamos a pasar 2 noches y hacer safaris durante todo el día, camino del Serengeti se pasa por el Cráter del Ngorongoro, evidentemente hicimos parada para ver las increibles vistas y hacer unas fotos, alucinante!!
El paisaje iba cambiando, de verde con bosques de baobabs y a medida que nos íbamos acercando al Serengeti se convertía en sabana, por fin estaba en la "sabana africana", nada más entrar al parque recuerdo que habían unas piedras enormes y allí en lo alto nos daban la bienvenida una manada de leones, uuffffff, la cosa iba mejorando cada vez más!
Un safari por la tarde camino del campamento, ya me dio una idea de todo lo que iba a ser el día siguiente.
Esa noche literalmente no dormí, esa adrenalina, nervios, todo lo que estaba escuchando (los ruidos de la noche), escuchar los leones tan cerca con esos rugidos que hacen para llamar a la manada o simplemente advertir a los intrusos de que el rey de los animales está allí, es indescriptible, yo no sé si estaban cerca o lejos, ya que el rugir de un león se puede escuchar desde 8 kilómetros, lo que si sé es que los escuchaba al lado y esa sensación no se puede describir, la has de vivir y sentir!!
El Serengeti y el Masai Mara en Kenia, comparten la famosa migración, en mayo aproximadamente es cuando suben de Kenia a Tanzania y en septiembre-octubre es cuando bajan, ya que el Serengeti está seco y buscan  el rico forraje del Masai Mara. Mi viaje fue en el mes de octubre, la sabana estaba llena, plagada de manadas de ñus y búfalos, filas y filas de animales en plena migración, a ambos lados del coche, cruzando por delante y por detrás, jamás había imaginado ver a tantísimo animal junto de una sola vez.
Evidentemente vimos manadas de cebras y leones por supuesto! Pero la gran sorpresa ya para rematar este gran día fue ver una pareja de guepardos, no podíamos pedir más!
Esa noche caí redonda nuevamente...
Al día siguiente volvíamos de vuelta y pasábamos la noche en Ngorongoro, de camino se nos estropeó el coche, gajes del oficio y estuvimos como 3 horas allí tirados esperando que lo arreglaran, menos mal que habíamos salido ya del parque y podíamos bajar del coche sin alejarnos demasiado, aprovechamos para relacionarnos con la poca gente que pasaba caminando, jóvenes masais con sus rebaños.
Por fin llegamos al Cráter, esta noche hemos reservado pasar la noche en lodge, básicamente porque los lodge están situados en el borde del cráter y las vistas son impresionantes!!
Ducha con agua caliente, dormir en una cama, cena en el restaurante, todo buenísimo, lógicamente a nadie le amarga un dulce pero lo vivido en estas noches atrás si hubiera estado en un lodge ni lo hubiera visto ni sentido, no me arrepiento de la experiencia!
Al día siguiente hacemos el descenso al cráter, madre mía!!!! Literalmente el arca de noé, se ha creado un hábitat dentro del cráter que hay de todo, los animales no tienen la necesidad de emigrar a otras zonas porque tienen todo lo que necesitan y hay una gran variedad de fauna. Nos quedaba por ver uno de los big five, el rinoceronte! Allí estaba relajado y tranquilo, el rinoceronte negro, tuvimos muchísima suerte ya que está la borde de la extinción y en el cráter no quedan más de una veintena.
Nuestras espectativas se habian superado con creces. Este cráter de origen volcánico a 2.236 metros sobre el nivel del mar constituye la mayor caldera de derrumbe del mundo, sin brechas en las paredes, con una superficie de 304 kilómetros cuadrados, nos había dejado sin palabras, con razón los naturalistas llaman al cráter la octava maravilla del mundo. Un pequeño lago salino con flamencos, vimos todo lo que no imáginabamos que allí estaría, ñus, cebras, búfalos, elefantes, gacelas, chacales, guepardos, leones de melena negra, hipopótamos en una pequeña charca, para los amantes de las aves hallará aquí una gran variedad de ejemplares. Sin duda esto es un paraiso!
Tal y como Reinhard Künkel expresa en un libro dedicado a este hermoso rincón de Tanzania, "Si los ángeles hubieran fotografiado el Edén, las imágenes tomadas se parecerían a las del Cráter del Ngorongoro"
Nuestro viaje continúa hasta Arusha donde volvemos a pasar noche y de ahí al día siguiente salimos en bus local hacia Dar es Salam, pero eso ya os lo explicaré en otra ocasión.
Safari Njema rafiki!

Cráter del Ngorongoro

Rino en el Ngorongoro
http://www.kurutravel.es/

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